De todas las localizaciones posibles, había una buena razón para elegir el estado brasileño de Minas Gerais como lugar de grabación: ¡es el estado líder en generación centralizada de energía en todo el país! Afortunadamente, el tema no me resultaba del todo desconocido.

Como presentadora de un podcast y un programa de Internet organizado por ABSOLAR (Asociación Brasileña de Energía Solar Fotovoltaica) durante tres años, he podido comprender el potencial de esta industria. Y no es ningún secreto que Brasil alberga unas de las condiciones solares más óptimas del mundo.

Aquí están los datos: ahora, en mayo de 2023, el país acaba de superar la marca de 29 GW de capacidad instalada combinando la generación centralizada y la generación distribuida, siendo esta última la correspondiente a los sistemas acoplados en techos, edificios, estructuras de estacionamiento y pequeñas parcelas de tierra. Es el doble de la generación de energía de la planta hidroeléctrica de Itaipú.

La generación centralizada es responsable de 8.5 GW de capacidad instalada, gracias a nuevas inversiones que ascienden a R$ 42.2 mil millones, según ABSOLAR.

Además, estar en medio de esos paneles gigantes mientras mi piel recibe la misma luz solar que se convierte en energía fue una experiencia revitalizante.

Teníamos que usar equipo de protección personal (EPP) en todo momento. Botas, espinilleras para las serpientes, camisas de manga larga, pantalones largos, chalecos reflectantes, gafas de sol y cascos eran elementos clave para garantizar nuestra seguridad. Ahora bien, considerando que nuestro equipo de producción está acostumbrado a rodar con ropa ligera para climas cálidos, ¡la parafernalia de protección era un reto añadido!

Pero nadie se quejó. Después de todo, era la forma más segura de entrar al parque y caminar entre las largas filas de paneles solares montados en el suelo sobre estructuras de metal de 1.5 metros de altura. Sin mencionar que las serpientes, las arañas e incluso los jaguares son visitantes frecuentes.

¿Crees que me lo estoy inventando? Bueno, antes de salir de la sede de las tres plantas y aventurarnos en los parques solares, nos informaron oficialmente una y otra vez sobre los mismos peligros.

Sentíamos como si estuviéramos en un bosque salvaje, y sin embargo, no nos inspiraba miedo. Día tras día, nos enfrentábamos a lo desconocido. Afortunadamente, no nos encontramos con ningún peligro real. Siendo honesta, esperaba ver un jaguar, pero la vista más exquisita fue la de un hermoso búho disfrutando de la sombra de un panel solar.

Por ley, está prohibido tocar los equipos solares, ya que la energía generada por los módulos fluye desde el equipo hasta la subestación. Posteriormente, esa energía se distribuye a la red eléctrica.

Tampoco estábamos solos como equipo de rodaje. Los miembros del personal de la planta siempre nos acompañaban en los parques.

Un día, el coche en el que iba con el director de fotografía, Gustavo Mittelmann, y el director de la planta, Eduardo Rosa, se perdió del resto simplemente por el polvo levantado por el coche que iba delante de nosotros. Afortunadamente, pronto nos encontraron.

Adentrarse solo en las plantas de energía solar está completamente prohibido. Esto se debe no solo a razones de seguridad, sino también al tamaño gigantesco de las plantas. Para darte una idea, uno de los complejos tiene una superficie de 3,000 hectáreas, equivalente al tamaño de 4,300 campos de fútbol.

Además, en las plantas más nuevas, los módulos son bifaciales. Extraen energía tanto desde la parte superior, directamente de la luz solar, como desde la parte inferior, capturando la luz reflejada desde el suelo, llamada albedo.

Esto es posible porque la tecnología en sí misma se concibió de tal manera que reduce la sombra formada en el suelo.

La función de seguimiento de la luz aumenta la producción de energía en promedio un 30%, dependiendo de la región.

Además, toda la operación es automatizada: un software se comunica con una pequeña caja sin cables ubicada en la estructura metálica de los paneles. Un sistema mecánico rota de forma autónoma los módulos en base a un algoritmo, los cuales pesan hasta 40 kg (90 libras) cada uno.

Durante la noche, los módulos permanecen en una posición segura para evitar posibles daños causados por fuertes vientos o condiciones climáticas adversas.

Todas las razones mencionadas anteriormente habrían hecho que este proyecto valiera la pena. ¡Pero el viaje me guardaba muchas más sorpresas!

Tuve la oportunidad de conocer a profesionales sumamente cualificados que, además de haber trabajado en el extranjero, dominan una responsabilidad tan peculiar como es gestionar montones de ingenierías de vanguardia. También tuvimos la suerte de estar con personas muy especiales de las mismas comunidades donde se instalan los parques solares. La llegada de los parques solares afectó de alguna manera la vida de todos. Pero eso será tema del próximo capítulo aquí en el blog. ¡Estad atentos!

Aún no he mencionado la sostenibilidad, un tema estrechamente relacionado con esta experiencia y muy querido por mí.

¡Este “universo fotovoltaico solar” realmente fomenta un planeta mejor para todos! Estar allí, in situ, me hizo darme cuenta de que todos estamos involucrados en este beneficio colectivo, desde quienes son responsables de la construcción hasta los habitantes de la ciudad. ¡Todos abrazan la causa con gran orgullo! Después de todo, todos nos beneficiamos de esta fuente de energía limpia y renovable, que también es neutra en emisiones de gases de efecto invernadero, sabiendo que son perjudiciales para el planeta Tierra.

La energía solar fotovoltaica también significa acceso a la electricidad en áreas remotas. Permite una reducción notable en el coste de la factura eléctrica para hogares y empresas.

Crea oportunidades de empleo directas e indirectas. Y todo esto teniendo en cuenta la sostenibilidad ambiental. En resumen, la energía solar ya es una parte fundamental de nuestra transición energética colectiva.

Los datos de ABSOLAR muestran que, desde 2012, la energía solar ha aportado R$ 143.9 mil millones en nuevas inversiones a Brasil, ha creado más de 870,000 empleos y ha generado más de R$ 42.8 mil millones en ingresos para el gobierno.

Sin duda, es un buen comienzo. Siempre atesoraré el recuerdo de esos 10 días de emoción y asombro en cada amanecer.

Y, en cada atardecer, una nueva fuente de esperanza.

¡Disfruta el primer capítulo de este viaje! (enlace)