El Viaje
Por Priscila Brandao
Nuestro viaje por el norte de Minas Gerais empieza en Pirapora, a trecientos cuarenta kilómetros de la capital Belo Horizonte.
Es una ciudad de casi 60 mil habitantes.
Lugar harmonioso, tranquilo y con el orgullo de formar parte del conjunto de parques solares fotovoltaicos de Brasil, de generación centralizada.
Pirapora es como se dice “Salto del Pez” en lengua indígena tupi.
La ciudad fue bautizada con este nombre porque en el período del desove, los peces saltan sobre el agua para pasar sobre los rápidos y alcanzar el nacimiento del río, que es el mejor lugar para el desove.
Y no se trata de cualquier río.
Tesoros Escondidos
En 1922 se inauguró un lindo puente, construido con hierro de Bélgica. El Puente Marechal Hermes tiene 694 metros de extensión distribuidos en Hecho de acero, madera, conecta Pirapora con Buritizeiro, ya no pasan trenes, solo peatones y motocicletas
Nuestro hotel estaba ubicado frente al puente. Durante el día nos daba la impresión que los huéspedes con valijas de rueditas pasaban todo el tiempo por los pasillos. Pero no era eso, era el ruido de las motos atravesando las tablas de madera del puente.
Enonomía Vibrante
Pirapora es el segundo mayor polo industrial del Norte de Minas Gerais y tiene un gran comercio debido a su industria textil y metalúrgica. Pero desde que el Complejo Pirapora, de 11 plantas, empezó a ser construido en 2016 hubo una gran transformación en el municipio.
El amigable Kaká, dueño de uno de los restaurantes más prestigiosos de la ciudad nos cuenta esa historia.
La especialidad del Restaurante de Kaká no podría ser otra: surubim, pescado típico del Río São Francisco. Él hace moqueca de surubim, a la parrilla, asado o frito. Nos cuenta que los comensales crecieron 30 por ciento desde que empezaron las obras del Complejo.
También nos cuenta que muchos residentes alquilaron sus casas debido a la gran demanda por parte de los trabajadores de las plantas. Hoy, según Kaká, no hay desempleo en Pirapora. Falta hasta mano de obra de albañil, eléctricos y servicios domésticos
Complejo Pirapora
A pocos kilómetros del centro de la ciudad está el Complejo Pirapora. Es el más pequeño de los tres que visitamos en este viaje, pero de cualquier forma, nos sorprendió la majestuosidad del lugar.
Más de un millón doscientos módulos, en 850 hectáreas, lo que equivale a casi 1,200 canchas de fútbol, y una capacidad instalada de 400 MW.
Con eso es posible abastecer cuatro mil doscientas casas al año con energía limpia y renovable. Es decir, que evita la emisión de cien mil toneladas de CO2 a la atmosfera.
Omega Geração y EDF Renewables, compañía internacional que actúa en el desarrollo, construcción y operación de proyectos de energía eólica y solar, son las responsables de la gestión.
Energía por Todo Brasil
Júlio Soares, técnico de operación y mantenimiento de EDF, fue nuestro guía por el Complejo. Él trabaja aquí desde hace dos años. Júlio nos explicó que toda la energía generada va primero a una subestación ubicada dentro del parque y después es retransmitida a una subestación mayor. La energía se lleva por cables de transmisión de alta tensión hasta las redes de distribución.
Así es como la energía distribuida por las concesionarias llega a los interruptores de casas, negocios, clínicas y otros establecimientos por todo Brasil.
Patrick Pereira Souza es otro técnico que ayudó nuestro equipo a entender cómo funciona el parque solar Pirapora.
Él es supervisor de operación. Mantenimiento de EDF. Nació en Buritizeiro y acompañó la implementación de las plantas.
En el pico de la construcción, cuenta que había más o menos mil personas trabajando.
Muchas personas vinieron de afuera. Patrick se siente orgullo de trabajar en una industria líder que contribuye para disminuir la emisión de gases contaminantes en el planeta. Cuando era niño jamás imaginó que un día estaría involucrado en un proceso que beneficia a las próximas generaciones.
Hecho en Brasil
Pirapora fue el primer complejo solar de generación centralizada en usar módulos fotovoltaicos fabricados en Brasil, y no en China, que es más común. Por eso, es un marco de contribución para el desarrollo de estas tecnologías en el país.
Esta producción local era primordial para que Pirapora se transformara en la primera planta de este tipo en beneficiarse de un préstamo del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES). En aquella época, 2017, Marcos Cardoso, el responsable por la energía de BNDES, declaró a France Presse que invertir en energía solar es una prioridad máxima para que Brasil cumpla el Acuerdo de Paris, cuando se comprometió a elevar a 45% la parte renovable del total de energía producida para 2030.
El Rio San Francisco
Debemos remontarnos un poco al río São Francisco para comprender plenamente todos los cambios que el sol ha traído a esta comunidad. El río São Francisco es uno de los más largos e importantes de Brasil. Históricamente siempre ha beneficiado a las comunidades que lo rodean. Está alimentado por numerosos afluentes que contribuyen a su caudal y abastecimiento.
Uno de ellos es el Río das Velhas, que nace en Ouro Preto, ciudad de gran importancia histórica para el desarrollo de la región central de Minas Gerais y que se une al São Francisco cerca de Pirapora. La Región Hidrográfica de São Francisco es una de las 12 regiones hidrográficas del país. Ocupa el 7.5% del territorio brasileño y abarca siete estados: Bahía, Minas Gerais, Pernambuco, Alagoas, Sergipe, Goiás y el Distrito Federal.
Pirapora está en lo que conocemos como Alto São Francisco.
Pero en las últimas décadas, el Velho Chico ha sufrido una disminución del nivel del agua debido a muchos factores: deforestación, contaminación, desvíos para regadío, y proyectos hidroeléctricos.
Según la Agencia Nacional de Aguas y Saneamiento Básico (ANA), desde 2012 la cuenca del río São Francisco registra un volumen de precipitaciones inferior a la media histórica.
La sequía del río tiene graves consecuencias para la población, especialmente para las personas que dependen de él para la agricultura y la pesca. El propio Kaká, propietario del restaurante que he mencionado, comentaba que cada día es más difícil encontrar surubim en las cercanías. Por lo tanto, tener un parque solar en el municipio puede verse como una forma de paliar los problemas de la crisis del agua a la que nos enfrentamos hoy en día, ya que las plantas aportan alternativas económicas y sociales para la población.
La ciudad de Pirapora representa muy bien el nombre de nuestra campaña, Del Oro al Sol. Fue una ciudad importante en el transporte de minerales y en la época colonial -principalmente de oro- entre Minas y otros estados de Brasil, y ahora brilla con una nueva luz de prosperidad para las nuevas generaciones.
Entrevistas
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Construyendo un Futuro Sostenible.